El Gobierno Nacional instalará una comisión especial dirigida a salvaguardar la sostenibilidad de las Tierras Altas en la provincia de Chiriquí, luego del paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre pasado, por esta zona altamente productiva.
En este contexto el ministro del MIDA, Augusto Valderrama, informó que la comisión estará conformada por técnicos del MIDA y del Ministerio de Mi Ambiente, organizaciones de productores y grupos ambientalistas.
“Junto al ministro de Mi Ambiente, Milciades Concepción, inspeccionamos los trabajos de rehabilitación de los sistemas de riego afectados por las inclemencias del tiempo e hicimos un recorrido vía aérea de la zona de Tierras Altas, para observar la magnitud de los daños ocurridos, determinar las medidas adecuadas y enfrentar con eficiencia los problemas futuros relacionados con fenómenos climatológicos recurrentes”, detalló Valderrama.
Por su parte, el Ministro de Mi Ambiente, señaló que a través de la comisión trabajarán en equipo para aplicar prácticas de conservación de suelo y de aguas; los técnicos (de ambos ministerios) asesoran a nuestros productores de Tierras Altas en sus prácticas agropecuarias que sean amigables con la ecología.
Las declaraciones de ambos ministros de Estado se dieron en las instalaciones de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (ACPTA), donde les reiteraron el compromiso del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, en apoyarlos porque representan el motor de garantía de la seguridad alimentaria del país.
De allí la importancia, que ambos ministerios, a través del Gobierno Nacional, ejecutarán acciones encaminadas a incentivar prácticas agrícolas que sean amigables con el ambiente al igual que el buen manejo de los suelos y el agua.
También, los ministros visitaron los invernaderos de producción de pepinos y apio que se cultivan bajo el sistema de riego por goteo; además, revisaron el correcto manejo del agua (carga y descarga) que abastece los requerimientos de este tipo producción.
Los estragos de los huracanes dejaron más de 20 fallecidos, pérdidas millonarias en la producción agrícola y daños considerables a residencias y comercios.