En las fincas de Sortová, en Chiriquí, donde el productor Emilson Omar Sánchez y un centenar más de agricultores dedican su esfuerzo al cultivo del tabaco están festejando una nueva etapa de producción, al exportar dos contenedores hacia Honduras en este 2025.
La importancia de esta actividad económica, impulsada por el arduo trabajo de sus productores, logra esa garantía de exportación con la certificación fitosanitaria que otorga el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
El compromiso de productores como el señor Sánchez, cuya empresa radicada en Sortová, distrito de Bugaba, desde 2003 involucra a numerosas familias de El Bongo, La Estrella y Santa Rosa, es la columna vertebral de esta industria. Su labor, que abarca un ciclo anual completo desde la siembra hasta el delicado proceso de curación, es el cimiento de la reconocida calidad del tabaco de Bugaba.
Históricamente, esta actividad ha sido un pilar fundamental de la economía del distrito, gracias a zonas como Sortová, bendecidas con las condiciones agroclimáticas ideales para el cultivo de esta planta solanácea, pariente del tomate, la papa y los ajíes.
El meticuloso proceso que culmina en la exportación se extiende por aproximadamente un año, desde el establecimiento de los semilleros, pasando por la siembra, las labores culturales, la cosecha, la cuidadosa clasificación de las hojas y la crucial etapa de curación, hasta alcanzar la calidad exigida por los mercados internacionales.
La coordinación regional de Sanidad Vegetal del MIDA, a través de la experiencia de técnicos como Juan Batista, vela por el cumplimiento de los rigurosos estándares fitosanitarios internacionales en cada envío, certificando la sanidad del producto y allanando el camino hacia su exportación.
La sinergia entre los productores y el MIDA vislumbra un futuro prometedor para la economía de Bugaba, con la expectativa de concretar el envío de ocho contenedores adicionales a Honduras en los próximos meses, país que recibe toda su producción.
En este 2025, el tabaco de Bugaba, fruto de la esmerada labor de sus agricultores y respaldado por el aval del MIDA, trasciende fronteras, fortaleciendo el prestigio de la región chiricana.