Con miras a buscar soluciones y crear un plan de reactivación inmediata para levantar la producción lechera en el país, afectada por los cierres de vías que se dieron durante las últimas semanas, se realizó una reunión con miembros del sector lechero, liderada por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, donde participaron representantes de la industria y gremios de productores.
Roy Frías, secretario Técnico del MIDA, dijo que en este encuentro, que se efectuó de manera virtual, con representantes de la Asociación de Productores de Ganado Lechero de Panamá (APROGALPA), la Cooperativa de Servicios Múltiples de Productores de Leche de Panamá (COOLECHE) y de empresas como Estrella Azul, Bonlac y Nevada se evaluaron afectaciones que se dieron en la provincia de Chiriquí.
Destacó que el MIDA busca no perder este importante rubro que apoya a cientos de miles de productores a nivel nacional, con algunas estrategias de alivio inmediato como es la entrega de kits lecheros, suministros, implementos, productos y el apoyo en cuanto a los créditos que tienen con diferentes bancos.
Frías agregó que con esta acción se busca que los productores tengan el incentivo de seguir en la producción, de incrementar y tecnificarla, además la industria que se ha visto beneficiada por el incentivo que ofrece este gobierno a la producción nacional y a la no importación de materia prima de otros países.
Añadió que para el MIDA es importante que los productores se mantengan en la producción, vincular más productores a la actividad y poder retrotraer ese efecto que creó los cierres como lo fue que algunos productores se retiraran de la producción, por lo que harán los esfuerzos para que regresen a la actividad y que la industria levante la producción que es importante para la economía nacional.
La industria, asociaciones de productores junto a la cadena de leche, realizan la coordinación para identificar las pérdidas de leche en Chiriquí, la cantidad de productores afectados con créditos bancarios y las pérdidas a las industrias. A la fecha y de manera preliminar se calculan las pérdidas en más de un millón de litros de leche.